domingo, 16 de septiembre de 2007

Francisco Pino, Antisalmo 22

ANTISALMO 22


1. Hubo, hay todavía, sujetos que tienen
dos cabezas como el águila imperial.

2. Las dos de níquel. La una arroja mala leche,
la otra mal café.

3. Se les conoció en los Olimpos antaño con el nombre de Echadores y tristemente
hogaño con él se les conoce. Llenan

4. las tazas hasta rebosar y manchan el plato de sus clientes
aposta. A veces se les volvían,

5. se les vuelven
sus dos cabezas alma de cañón. ¡Da gusto matar al pájaro en el árbol!

6. dicen, le buscan. Y como siempre entre
sus dos cabezas y sus dos garras padecen los pueblos en carne y alma.

7. La luna está arriba,
debajo.


En son de protesta al antisalmo 22



¡Los emblemas!, ¡Los emblemas! Desechadles. Son capaces de volver a un hombre en un héroe. Ay, los dioses Penates y los héroes tenían la manía de matar. Suelen ser cazadores furtivos y en la noche matan al pájaro en el árbol a la luz de los faros. Embadurnad todos los emblemas para que no se vean. Para que no se apoderen de los hombres y se conviertan en dioses. No se necesitan las epopeyas ni los Olimpos. ¡Fuera cuentos! ¡Abajo los emblemas fatuos y rapaces!





2 comentarios:

Cloe dijo...

Francisco Pino es mi poeta favorito, lo admiro profundamente y me encanta q se escriban cosas de él en internet, que por lo menos para alguien su recuerdo siga vivo.
Saludos!

Javier Gil Martín dijo...

Pocas cosas no entraron en la gran saca poética de Francisco Pino, un autor muy bueno y muy grande en el sentido de territorio abarcado. Sin duda uno de los mejores poetas españoles de la segunda mitad del siglo pasado. En la revista 13trenes le haremos un homenaje que aún no sabemos bien cómo será. Si estás interesada, Cloe, dime y te mando un ejemplar cunado salga (que puede ser dentro de bastante).

Un abrazo...